Grís salió el día por la ventana,
las nubes acosaban en lontananza,
La sombra despertó a la bestia
y las tropas lucharon en batalla.
El gran troll rugió, horrendo y pavoroso,
los valientes soldados le encararon,
el patio empedrado se teñía de rojo
pues durante diez días lucharon.
Al feroz y atroz mal encarnado
nadie le batía en batalla
Sonaron los cuernos, llamaron refuerzos
a las blancas crines del corcel de plata.
Ámbral Síoredh fue su jinete
y Élhinsprect su arma envainada
El día era ya victoria,
la guerra estaba ganada.
Pero no todo fue alegría,
nunca se llegó a la calma,
el gran troll nunca muere...
en su cueva siempre descansa.
Estos versos pertenecen a la historia de un amigo mío que estaba escribiendo estos días (que no pondré porque no hay forma de encontrarle por la web, porque no tiene blog, ni correo ni nah). Me pidió que lo colgara para ver opiniones, es un resumen de la historia que él escribió. ¡Hale, no seais crueles, un saludo...!
esta muy muy bien, dile de mi parte que mola un güevaco!!
ResponderEliminarVale, tío! Muchas gracias de su parte! La verdad que no entiendo por qué no se hace un blog o algo de esto para publicarlo... Bueno, pasa un poco de estas cosas pero en fin, iré subiendo más según me vaya pasando escritos, que según dijo lo va a hacer todo en verso... Chapadete a la antigua... jeje
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